lunes, 31 de julio de 2017

Los profesionales

Hace unos años perdimos una buena oportunidad para ver a Tom Petty en directo. Llegamos a una gran ciudad y el mismo día nos enteramos de que actuaría todos los días de la semana en un recinto de tamaño medio como adelanto a la gira de grandes estadios que le llevaría por casi todo el país. No había entradas disponibles pero avisaban de que una hora antes del concierto se pondrían a la venta todas aquellas que estuvieran reservadas pero no hubieran sido recogidas. Allá nos fuimos y para nuestra sorpresa la cola no era demasiado larga, supongo que entre que era un día laborable y que los residentes de este tipo de ciudades suelen tener varias oportunidades de asistir a lo que quieran, la demanda más histérica estaba satisfecha. Al poco rato se situaron al lado de la cola varias personas que ofrecían entradas de reventa no demasiado caras. La taquilla abrió y la cola empezó a moverse, avanzaba rápido y a medida que nos acercamos pudimos comprobar que se ofrecían asientos en diferentes zonas. Llegó el turno de las dos personas que nos precedían, hermanos que se habían pasado casi todo el tiempo de espera hablando con las personas que ofrecían la reventa, inocentemente habíamos deducido que negociaban ya precio ante la expectativa más pesimista. Para nuestra decepción compraron las dos últimas entradas disponibles. Uno de ellos entró después de escuchar un “feliz cumpleaños” y recibir un beso del que entregó su pasaporte al paraíso a la organización alternativa, su regalo había consistido simplemente en acompañar. Nos quedamos un rato más y pudimos escuchar como el precio alternativo era directamente proporcional al tiempo que faltaba para el comienzo del espectáculo, llegando prácticamente a igualar el precio legal cuando faltaban pocos minutos. Mi estrechez de miras nos impidió morder la fruta prohibida, me gusta pensar que tampoco Dolworth, Fardan, Ehrengard, Jake ni por supuesto Raza hubieran mordido el polvo, ni siquiera sufriendo tentaciones mayores, ¿verdad Dolworth?


“Los profesionales”, una de mis películas favoritas, explica perfectamente la corrupción, el abuso de autoridad, la falta de integridad... Y también la amistad, el amor verdadero, los principios asociados a unos valores puros e intraicionables. Uno de los personajes se comporta haciendo gala de cierta superioridad moral, creo que la elegante forma que tienen el resto de canallas de mostrarle su error sin reprocharle su actitud es un ejemplo de comportamiento social. Lo que más me gusta es que quede perfectamente demostrado como las imperfecciones de las personas no impiden que un grupo forme un equipo perfecto. En este caso me parecen muy buenos tanto el título original como su inevitable traducción.

Espero que todos ellos consiguieran su recompensa como nos ha pasado a nosotros hace relativamente poco, que hemos tenido la oportunidad de ver por fin a Tom Petty & The Heartbreakers, como siempre perfectamente acompañado, en un entorno maravilloso y atacando un repertorio soñado muchas veces.

RnR Forever!