miércoles, 26 de octubre de 2016

Limonada (con vodka)

A pesar de que han desfilado muchos estilos diferentes por los “imprescindibles” que se pueden ver por ahí abajo a la derecha, recibí algunas comunicaciones de personas sorprendidas con la elección del disco de Beyonce. Bueno, la gente que conoce mi discoteca se ha escandalizado menos, creo que se trata de un gran disco y además me parece que la estrategia que la diva está usando en su carrera es impecable. La decisión de regalar los discos en la red dando por hecho que los ingresos de la música han dejado de proceder de su venta es tan acertada que sorprende la reticencia de la industria a asumir el cambio.
Prefiero otro tipo de cantantes, la exuberancia me gusta en otras virtudes, creo que el tema tiene que ser el apropiado para que una voz digamos poderosa no se haga omnipresente. En este disco Beyonce ha sabido contenerse o la producción le ha llevado a ello, sin evitar recurrir a su potencia cuando el tema lo requería, otra cosa es el directo. Además ha tomado partido en algunos temas que le inquietan, personales o no, aunque en parte puede que también forme parte de la estrategia comentada; no importa, puedo asimilar segundas intenciones o ambiciones más amplias si lo que se está reclamando parece justo, y la verdad es que agradezco que ya no suela cantar que deberías poner un anillo en el dedo de una chica soltera, aunque no comparta demasiado esas críticas, suelen ser sectarias o dirigidas. Ahora se ha puesto de moda atacar la misoginia detectada en letras escritas hace años y en otros contextos por algunos mientras que nadie se atreve con las que otros firmaban en la misma época.

Vamos a escribir un poco sobre el disco:

• Pray you catch me: el título lo dice casi todo, en cambio la canta sin reproche, dando por hecho que es una presa
• Hold up: una de mis favoritas, simula una parte de una discusión en la que ella suelta su monólogo. Hay de todo, reproche, reivindicación, menosprecio por la opinión o incluso por la poca perspicacia del otro, el tono juguetón la convierte en una especie de burla
• Don´t hurt yourself: no puedo cuestionar la calidad del tema, incluso sería rompedora en cuanto a estilo si no fuera porque Jack White ya hizo una colaboración parecida con Alicia Keys, creo que Beyonce interpreta mejor y que el tema es superior, pero sin el factor sorpresa, lástima
• Sorry: Buen tema, no soy su público, la parte electrónica del pop no es mi favorita
• 6 inch: The Weeknd han colaborado en el tema y han tomado sonidos de orígenes muy diferentes para que en cambio sea Beyonce la que da un toque tétrico con esos versos cantados con filtro
• Daddy lessons: una de las mejores, se mueve entre el jazz, el country y New Orleans sin ningún problema, cuenta una historia con la que se puede identificar casi cualquiera y abre una puerta a posibles cambios de registro en el futuro, muy inteligente pensando en una carrera larga
• Love drought: puro estilo de la Beyonce que conocíamos hasta ahora, la que todavía no había publicado una obra maestra, la que parecía que solo quería ser una diva del R&B que había actualizado su sonido con toques electrónicos, ese ritmo machacón y los susurros me llevan a pensar que es la reconciliación calenturienta de una discusión
• Sandcastles: creo que ha mejorado mucho como cantante, en esta canción ha sido capaz de transmitir como una persona puede sentirse por momentos muy vulnerable a pesar de haber alcanzado mucho poder o un estatus muy acomodado, la producción casi desnuda ayuda mucho, claro
• Forward: ¿es un experimento? Si es así todos mis respetos, me extraña que usen una colaboración de ese renombre en algo así, pero visto el resultado no me extrañaría, parece la instrucción para avisar de que es el momento de dar la vuelta al vinilo
• Freedom: El tema grande, el que podrá abrir o cerrar conciertos durante toda su carrera, parece construida para ella, le permite recurrir a todos sus (hasta ayer) excesos vocales, a nadie le hubiera extrañado que el disco tomara su título de esta canción, supongo que quiso esconderla para después golpearnos con ella y lo ha conseguido, uno se siente noqueado en cada uno de los golpes de ritmo
• All night: Ahora tiene dinero y nombre como para poder usar a los mejores músicos del mundo y lo hace, sería el mejor tema en cualquier disco de notable alto, aquí le ha tocado ser secundario
• Formation: Otra muestra de una gran inteligencia estratégica. Muestra a su público que quiere comerse el mundo a lo grande pero sin olvidarse de los problemas de su comunidad, “voy a conquistaros pero desde aquí, no me olvido, no os olvidéis”

Hace unos días leí por ahí que si la vida te da limones hagas limonada como reza el dicho, pero que deberías buscar a alguien que ponga el vodka para hacer una fiesta, creo que aquí Beyonce lo ha puesto todo, no falta nada, incluso creo que ha decidido convertirse en una artista de álbumes y no de singles como hasta ahora, engloba las canciones en un concepto, lo que hace que sea más interesante.

Si entre los ingredientes que tengo en cuenta a la hora de catalogar álbumes estuviera la repercusión estaríamos sin duda ante el disco del año, y aún restándolo es un firme candidato.

jueves, 13 de octubre de 2016

Premio

Bob Dylan premio Nobel de literatura. La Academia Sueca otorga el galardón "por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción".

Algunas de sus mis razones:

"creo en ti incluso a la mañana siguiente"

"el dinero no habla, jura"

"nunca se puede ser sabio y estar enamorado al mismo tiempo"

"¿como sienta tener que valerte por ti mismo?"

"ser de izquierdas no es haber leído una biografía del Che y venir a jo... la economía"

...

martes, 6 de septiembre de 2016

El profesor

Nunca había tomado demasiado en serio a aquel profesor, me tenía pinta de ser el típico burócrata que no podía enseñarte nada más allá de lo académico, me equivocaba,me doy cuenta de que hoy en día parece fácil, pero en 1991 localizar a un alumno en verano seguro que no lo fue, teniendo en cuenta que yo me marchaba a casa de mis abuelos a continuar con el eterno cortejo al que me ha abocado el amor verdadero y que mi madre trabajaba fuera de casa seguro que tuvo que insistir para poder dar el aviso, pero lo hizo, y le estaré siempre agradecido.

La aldea en la que crecí estaba en fiestas, y en una de las pocas visitas a casa que hacía en esas circunstancias mi tía me dijo: “Que chames a túa nai”, creí que sería para recibir algún reproche por mi comportamiento, había sido un año errático, no quería continuar mis estudios y había que buscar una salida laboral a la situación, ojalá hubiera sido eso. La llamada duró apenas diez segundos, al ver mi disgusto uno de los presentes se levantó de otra habitación y estuvo a mi lado hasta que me marché, haciendo muestras físicas de apoyo y afecto, me gustaría haberlo agradecido entonces con la fuerza con que lo recuerdo ahora, apenas me consoló, no contaba con aquello, habíamos celebrado en junio la curación definitiva y no nos habíamos visto en verano, otro de sus regalos, nuestra última tarde juntos fue una fiesta y terminó con un gran abrazo, los que me conocen saben que he dado pocos en mi vida, limitaciones.


Nos habíamos hecho amigos once meses antes, cuando empezamos las clases de COU. No tardamos en conectar, vestía de negro e intuí fácilmente por qué, lo explicaba aquella calva elegante cubierta con una gorra de cuero también negra cuando todavía el pelo cortado a cepillo delataba a los quintos. Se acercó a saludar, me contó que me había visto poner una canción de Stray Cats en uno de los locales en los que había sido pinchadiscos y que se había “quedado con mi cara” porque aseguraba que no era nada habitual escuchar ese tipo de música en un local de moda. Aquello, claro, alimentó mi ego, le solté un discurso musical seguro que difícil de aguantar: “no tenías pinta de puchar tanto de música”, ya saben, era la época en la que tu aspecto definía a que tribu urbana pertenecías o aspirabas; se dejó abrumar y engañar con amabilidad.

Espero que disfrutara tanto de mi compañía como yo lo hice de la suya durante ese tiempo, la música nos ayudó a encontrar lugares comunes, aunque él era un poco sectario en cuanto a sus gustos y yo bastante arrogante en cuanto a los míos. Si hubiera un lema probablemente sería: “Amistad, futbolín y R`n`R”. Las casualidades de la vida quisieron que uno de esos lugares comunes fuera el maravilloso primer disco de Jeff Healey, que murió por causas muy parecidas hace unos años.


Te echo de menos Fidi, desde tus gustos musicales y porte elegante a tu dejadez, echo de menos que intentaras ponerme tu gorra todos los puñeteros días, burlándote de mi engominado tupé, echo de menos hasta el ridículo diminutivo de tu apellido por el que te conocía todo el mundo y que nunca había utilizado hasta hoy, ¡cómo me gustaba llamarte FIDALGO!!! ¡Qué grande!!!


Suelo decir a todo el mundo que no sé por qué pero que no me molesta el humo del tabaco, miento, sospecho que si lo sé, fumabas continuamente, en mi casa estaban preocupados por si lo hacía yo por lo mucho que olía mi ropa. De un tiempo a esta parte ha empezado a molestarme, a lo mejor estoy empezando a olvidarte… no creo.


Estos días se han cumplido 25 años de todo aquello, pero no todos los aniversarios se recuerdan igual, algunos se celebran como un logro conseguido en su día e incluso en algunos casos se siguen disfrutando, otros se sufren en silencio, en soledad, con un dolor a medio camino entre la pena y el desasosiego de lo que pudo haber sido, la realidad no me dio tiempo a estropear aquella amistad.


Me equivoqué con aquel profesor, al volver a clase me dijo: “Siento mucho lo que ha pasado, tenía que avisarte, sabía que erais buenos amigos”, y eso que no nos veía mucho por clase, me da la impresión de que fue incluso más consciente que yo de mi propia pérdida, un tipo sensible.


Mi vida fue mejor por conocer a FIDALGO, y estoy seguro de que el mundo es un sitio peor sin EL.


¡RnR Forever!

miércoles, 29 de junio de 2016

Amigos de lo ajeno: una explicación

Es curioso comprobar que muchas veces los discos, películas o libros que resultan importantes en nuestras vidas o por lo menos en la construcción de nuestros gustos y preferencias no son considerados obras maestras en sus géneros ni pueden etiquetarse como trascendentes aunque en nuestro caso si lo sean. No importa, llegan o los descubrimos en el momento adecuado, unos se quedan y pasan a formar parte de nuestro yo y a otros hay que dejar que se los lleve la corriente, en cualquier otro contexto no funcionan del mismo modo y nuestra evolución nos aparta de ellos, con estos últimos es desaconsejable la revisión, en ocasiones estropea el recuerdo.

Nunca he visto en directo a Paul McCartney, a pesar de tratarse de uno de mis músicos favoritos no ha estado entre mis proyectos organizar un viaje o intentar hacer coincidir un desplazamiento para poder asistir a una de sus actuaciones… y me arrepiento. No creo en el presentismo, esa actitud de alguna gente que simplemente hace muescas en el revólver: ir por haber ido, asistir por haber asistido, foto y a casa, soy más de disfrutar lo que tengo delante, sea esperado o no. Disfruto con el recuerdo, claro, pero solo si he disfrutado la experiencia, cuando disfrutas más contando que viviendo algo falla. También disfruto mucho viendo disfrutar, a unas personas más que a otras, pero ni siquiera es demasiado necesario que esto último me importe, ver disfrutar casi siempre es agradable, y si el disfrute de alguien depende de tus decisiones, obligatorio adaptarlas. En cambio pienso que a veces está un poco justificado ese presentismo, y en cuanto a la música popular del siglo XX hay un repóquer imprescindible, estoy seguro de que esto va a costarme unos cuantos mails, mensajes y llamadas: elvis, dylan, sinatra, the rolling stones y el mencionado Paul McCartney, y no necesariamente en ese orden, han sido, son y serán demasiado importantes como para no intentar tenerlos delante por lo menos una vez, respirar el mismo aire, ver como se mueven, la forma en la que interactúan con los demás músicos, sentir su carisma.

A pesar de lo que pueda parecer, creo que la vida no ha sido justa musicalmente con Paul, la muerte de John le dejó sin un amigo y soportando la eterna comparación con un fantasma, imposible de superar. Daba un poco de pena verle reconocer hace pocos años como con el tiempo había descubierto que John sin el sonaba trascendental y aburrido y el sin John ñoño, casi cursi. Tenían el mismo gusto musical, igual que Mick y Keith, y un alma gemela así es difícil de encontrar, yo lo disfruté años y recuerdo con cariño la prisa para llegar a un lugar en el que poder escuchar su última recomendación o la ansiedad por ir a verle y enseñarle algo. Puede separarte la vida o las costumbres, pero nada te librará de seguir deseando compartir con el todo lo nuevo que descubres y te conmueve. Una vez Hendrik Röver visitó nuestro lugar común, le considerábamos uno de los mejores guitarristas del momento y aceptó nuestra invitación para acompañarnos a nuestro ritual de café con charla musical, pero justo antes de salir comentó que Johnny Winter le parecía un músico mediocre, evidentemente invitación retirada, ese día nos despedimos con un gesto de aprovación, nuestros principios estaban a salvo.

En los años setenta John Lennon grabó un disco con algunas de sus canciones favoritas, maniobra que repitió Paul en los ochenta. La publicación de John tiene una construcción más compleja, con increíbles colaboraciones elegidas según la necesidad del tema y con una producción accidentada pero con un objetivo concreto. La de Paul para mi gusto respeta más el espíritu de las canciones elegidas, grabada en tan solo dos días y con la misma banda de músicos para todos los temas en directo en el estudio. Adoro ambos discos, me gustan los dos músicos y eso facilita las cosas, pero claro, el de Paul llegó cuando tenía diecisiete años, me preguntaba que había podido llevar a alguien con una de las mejores cosechas propias de la historia a grabar un disco completo de canciones ajenas, la primera escucha lo explicó todo, incluso pienso que mi interés por las versiones es un poco culpa suya. Cuando un músico que respeto interpreta una canción ajena que me gusta me siento como comprobando que tal se comporta en mi casa, como si estuviera tocando mis cosas, una especie de conexión.

Esto no es una recomendación, es una explicación, un agradecimiento, una maravilla, lo que cada uno quiera, en mi caso, no se lo ha llevado la corriente, llegó para quedarse, para acompañarme, para construirme. En la portada Paul sale dentro de una estrella roja de cinco puntas, creo que esto explicará algunas cosas a varios.

«Kansas City» Jerry Leiber/Mike Stoller

«Twenty Flight Rock» Eddie Cochran/Ned Fairchild

«Lawdy, Miss Clawdy» Lloyd Price

«I'm in Love Again» Fats Domino/Dave Bartholomew

«Bring It On Home to Me» Sam Cooke

«Lucille» Richard Penniman/Albert Collins

«Don't Get Around Much Anymore» Duke Ellington/Bob Russell

«I'm Gonna Be a Wheel Someday» Fats Domino/Dave Bartholomew/Roy Hayes

«That's All Right Mama» Arthur Crudup

«Summertime» George Gershwin

«Ain't That a Shame» Fats Domino/Dave Bartholomew

«Crackin' Up» Bo Diddley


«Just Because» Bob Shelton/Joe Shelton/Sydney Robin

«Midnight Special» Trad. Arr. Paul McCartney

Decía Bob Dylan en un discurso de hace unos meses que si había conseguido pasar el testigo se daba por satisfecho, creo que es lo que intentó Paul con este disco pensado inicialmente para publicar solo en Rusia. Conmigo objetivo cumplido, el otro día E dió un Mi perfecto con una acústica muy bien afinada, ahora me toca a mi pasar ese testigo, me gustaría no fracasar y sobre todo no defraudar, forjamos nuestras propias cadenas.

Gracias RnR Forever

martes, 28 de junio de 2016

wilco

Mañana Wilco actuarán en el Palacio de la Ópera, será la tercera vez que les vemos en directo sin salir de Galicia. Hay veces que creo que no somos conscientes de la suerte que tenemos. No quedan entradas, no se lo pierdan, creo que no se arrepentirán. Como siempre y como presumen, cumplirán, y si la racha sigue, darán un concierto memorable.

jueves, 16 de junio de 2016

Sorpresas te da la vida 2

Llegamos pronto a la zona del hotel con la idea de cenar algo rápido y acostarnos a descansar, habíamos madrugado y paseado mucho, por lo que estábamos cansados y necesitábamos organizar el día siguiente para aprovechar las visitas lo mejor posible. Vimos una estación de tren, M sugirió entrar para informarnos acerca de la forma más fácil de traslado al aeropuerto, protesté, aún faltaban días para que eso fuera necesario y he cogido un poco de manía a este tipo de edificios. Una vez dentro, el esplendor en la hierba tiene un precio, vimos una pequeña tienda parecida a un kiosko con un montón de carteles de músicos en los cristales, nos acercamos y descubrimos que se trataba de un despacho de entradas para cualquier espectáculo que se celebrara en la ciudad, entre ellos y al día siguiente nuestro admirado Rod Stewart, uno de mis cantantes favoritos, y no soy el único, recuerden que Jimmy Page recurrió a Robert Plant para Led Zeppelin porque Stewart ya había firmado con The Jeff Beck Group. Toda esta historia del rock and roll es importante, pero no trascendente aquí, lo esencial aquí es que se trata de uno de los músicos preferidos de M, más que nada por todo lo que transmite, por su espíritu alegre y siempre hambriento de placer, felicidad y ganas de vivir bien en general. Nos encontramos justo lo que esperábamos, una celebración del talento, del rock and roll, del agradecimiento, del éxito más exuberante, y sobre todo de la suerte en la vida, tan despreciada por aquellos cuyo ego les hace atribuir sus éxitos a su valía y esfuerzo y todos sus fracasos a los demás, hablando de mala suerte cuando no consiguen lo que quieren pero jamás admitiendo la buena en los logros propios, ésta la guardan para adjudicarla a los logros ajenos. No comete ese error el ahora ya viejo Rod, durante todo el show pasan por las pantallas imágenes de los músicos que admira, de aquellos que han contribuido a su grandeza, de sus amigos, de su familia, del Celtic, de todo lo que cree debe recordar y agradecer. Algunos como su padre o Long John Baldry reciben incluso comentarios y dedicatorias de canciones.

Estoy de acuerdo con mi admirado Nick Hornby cuando dice que parece que uno tiene que disculparse porque le guste Rod Stewart, argumenta que ha grabado demasiados discos mediocres, llevado demasiada ropa de mal gusto y frecuentado demasiadas rubias de dudosa reputación. No pienso hacerlo, también coincido con Hornby en que los discos de The Faces y los primeros de Stewart en solitario, que alternaban su publicación y compartían músicos en la mayoría de los casos, son estupendos, han envejecido genial y son perfectos para introducir como semilla del diablo en la sangre de cualquier recién llegado a esto. Cuando Rod canta que un angel bajó del cielo ayer me lo creo, y cuando pide que permanezcas a su lado me dan ganas de no irme nunca.
Mis momentos preferidos del concierto fueron las canciones de su primera época y las versiones de su adorado Sam Cooke, de Jimi Hendrix, y sobre todo la de Hambone Willie Newbern, que presentó como homenaje a la que solía hacer Muddy Waters y nos recordó que acostumbraba a cantar con Long John Baldry. También me gustaría destacar la interpretación que la banda hizo sin Rod en el escenario del Superstition de Stevie Wonder, aseguró que solo la habían ensayado esa misma tarde, es una de mis canciones favoritas de todos los tiempos. Aunque es goloso, no parece demasiado justo destacar momentos preferidos, el espectáculo es una fiesta de principio a fin, cada pieza encaja para formar parte de un todo que quiere transmitir algo muy concreto y que queda muy bien definido contando que de camino al recinto ya vimos alguna que otra persona que llevaba una bandera del Celtic.


Having a party (Sam Cooke)
Love is
Tonight´s the night (Gonna be alright)
Rhythm of my heart
Can´t stop me now
You wear it all
Downtown train (Tom Waits)
Forever young
Angel (Jimi Hendrix)
Stay with me
Every picture tells a story
Rollin´ and tumblin´
Maggie May
The first cut is the deepest
I don´t want to talk about it
Ooh la la
Superstition (Stevie Wonder) La banda sin Rod
Have I told you lately (Van Morrison)
Baby Jane
Hot legs
Sailing (Sutherland Brothers)
Da ya think I´m sexy?

lunes, 18 de abril de 2016

Niveles

Aficionado:

“Algún día lo comprenderás”; contestaba Mr. Lucky todas las mañanas cuando ELLA protestaba al ser destapada con un fuerte tirón a las mantas desde el fondo de la cama. Una de las hijas de ambos abría sus regalos con ímpetu y por fin llegó el turno de uno cuyo envoltorio le parecía especialmente original a su hermana, que le pidió que intentara no romperlo. También le gustaba y así lo hizo, pero la ansiedad venció como casi siempre en estos casos y con estos actores, a modo de reproche escuchó su nombre sin abreviar y con el sonido de la última vocal especialmente alargado. “Compréndelo, así mola más”. ELLA alzó la vista buscando la complicidad en la sonrisa de Mr. Lucky, además encontró un brillo especial en sus ojos; comprendió, se ruborizó.

Genio:

Un día el gran MOHAMED ALI conoció a un niño que llevaba un gorro de lana en pleno verano, intentó tomarle un poco el pelo, le explicaron que no había pelo que tomar. “No te preocupes, yo venceré a Foreman y tu vencerás a la enfermedad”, animó el campeón al pequeño aspirante y también a su padre. Poco tiempo después uno de sus asistentes le contó antes del entrenamiento que al chico no le iba bien, decidió ir a verle al acabar y estuvieron conduciendo más de dos horas para visitarle en el hospital. Una vez allí siguió intentando dar ánimos, pero el chico era consciente de su estado: “Voy a reunirme con Dios, pero ahora puedo decirle que soy amigo tuyo”.

lunes, 25 de enero de 2016

súper poderes

Me gustaría contar que el mejor halago que puedo hacerle a David Bowie es que no consiguió sorprenderme nunca, que su equidistancia con todo hacía predecible que diese un giro a su sonido cada vez que editaba algo, pero es que aun así lo consiguió, cuando formó Tin Machine y cambió tanto de sonido como de formato artístico, me pareció que no se podía ser más innovador, más arriesgado, todavía coleaban los problemas de Tina Turner para conservar su merecido nombre y la maniobra me parecía impecable, fuese cual fuese el resultado. Esa versatilidad hacía que nos preguntáramos que estilo le habría estimulado cada vez que aparecían noticias de un nuevo disco, estilo al que siempre aportaba elegancia y creatividad. Era ambiguo para todo, incluso en su vida privada, de la que si importara se podría destacar que compartió una parte con una mujer blanca y otra con una mujer negra. También supo mezclar todo tipo de música, por lejana que pareciera, como se puede comprobar en los coros pop que desembocan en una guitarra funky que a su vez nos lleva a una melodía claramente bohemia en “Let´s dance”. Llevó a varios de sus amigos a dar lo mejor de sí mismos e hizo de las colaboraciones un arte borrando completamente la apariencia de recurso comercial.
No llegué a verle en directo, estuve ahorrando allá por el verano del 90 para hacerlo, al final lo deseché, con lo que no se puede decir que estuviera cerca, me aproximé un poco cuando Golden Smog versionaron “Starman” en la Sala Capitol o cuando Amaral hicieron en Coruña la interpretación de “Heroes” que habían publicado años antes Parálisis Permanente.

Estuve varios días dudando si escribir o simplemente poner un enlace porque creo que Igor Paskual, una de las mentes más lúcidas que conozco en cuanto a análisis musical, lo ha expresado todo con talento, emoción y rigor. Agradece a Bowie que fuera de los que sonríen en el escenario, algo menos común de lo que parece, muchos artistas no lo hacen demasiado, es cierto que en parte por la concentración que la interpretación necesita, pero muchas veces tomándose a sí mismos demasiado en serio o pretendiendo otorgarse una trascendencia que torna en solemnidad un tanto impostada. Además solo le ha costado una frase hacer una reflexión con la que no puedo estar más de acuerdo y que en cambio no habría sido capaz de expresar con palabras: “Contigo el rock se podía bailar y se podía pensar”, Amén. Los comentarios todavía hacen más bonito el artículo cuando uno de los lectores cuenta como Igor solía celebrar cada cumpleaños de Bowie versionando sus canciones en un bar de Oviedo y repartiendo trozos de tarta entre los asistentes.

Mick Jagger dijo una vez que las canciones son como olores, que crean ambientes. Creo que muchas de las de Bowie no se detienen ahí, nos hizo regalos en forma de melodías que no solo nos hacían sentir o recordar cosas, nos provocaban estados de ánimo, como cuando escucho “Heroes”, que se me infla el pecho como a un pavo real y me siento invencible, o con el estribillo de “Life on mars”, que me lleva a abrir los brazos y sentirme cual pájaro volando o astronauta flotando en el espacio, y no soy el único: el sábado mientras desayunábamos M y yo la hicimos sonar y a los pocos minutos apareció A que suele levantarse adormilada y tristona sorprendentemente muy contenta contando entusiasmada: “¿Sabéis que? Estaba soñando que volaba, ¡Podía volar!”.