domingo, 13 de abril de 2014

Las herencias

No suelo escribir sobre las cosas que no me gustan, entre otras cosas porque dicen que no hay más desprecio que no dar aprecio,y soy un gran admirador de la sabiduría popular. También creo que las reglas están para romperlas, de vez en cuando: no me gusta el flamenco, nunca he sido capaz de conectar con casi nada de lo que se hace bajo esa etiqueta o contaminado por ella. Aún así, he admirado siempre a Paco de Lucía, ese prodigio de la técnica que solo hacía uso de ella cuando era necesario, renovador de maneras clásicas, guitarrista de gusto exquisito (aunque creo que no arreglista).
Solía definirle como un gitano británico, por ese porte que tenía, le veía como una especie de Gregory Peck encerrado entre dos maderas, la de la silla y la de la guitarra. Con el tiempo supe que no era ni una cosa ni la otra, claro. le admiraba, pero tengo la impresión de que le hubiera admirado aunque no hubiera cogido una guitarra en su vida.
Disfrutó la lotería de tener un mega-hit a nivel mundial y supo aprovechar las oportunidades que le dio y todos los mercados que le abrió. Lo mucho que le gustaba a su hermano Pepe el "te estoy amando locamente" de las Grecas les llevó a componer el maravilloso "entre dos aguas", seguramente tan conocido a nivel mundial como las "cebollas verdes" o la "pistola de pedro". Hasta el título me parece una genialidad, haciendo referencia a lo clásico y lo innovador, a la rumba y al flamenco, al Mediterráneo y al Atlántico (miramos a la vez hacia dentro y hacia fuera).
Recuerdo hace tiempo a uno de los heroes de guitarra tan populares en los años 80 preguntando al ser entrevistado en madrid si en España existían guitarristas de rock tn buenos como Paco ce Lucía.
Solía decir que el corazón le pedía tradición y la cabeza innovación, que agradecidos estamos algunos a esas contradicciones. También creo que define muy bien tanto al músico como a la persona esta reflexión que hizo una vez en una entrevista: "estoy siempre descontento, dicen que es bueno, que estimula la creación, pero es un coñazo".
En cuanto a su impacto en el mundo de la música queda perfectamente descrito en esta petición de Chick Corea: "Paco, vamos de gira con mi banda y tu tocas, o vamos con tu banda y yo toco, o simplemente, tu tocas y yo bailo", el bueno de Chick se había enamorado, y no me extraña.
Conseguimos verle en directo, uno de esos logros que a uno le gustaría dejar en herencia, lo siento chicas.
Un concertista de guitarra clásica que conozco tenía una actuación el día de su muerte, antes de empezar pidió un minuto de silencio como muestra de respeto y pesar, nadie se atrevía a poner fin al homenaje, que al final duró más de un cuarto de hora, uno de los aplausos más largos de los que tengo constancia.