viernes, 20 de abril de 2012

Yo no soy director de cine.

Pues es una pena. Dice que quedó tan agotado que no volverá a dirigir, pero yo creo que en los tiempos que corren en los que la palabra dada y la puntualidad (esos móviles!) han perdido el valor que tenían no hace demasiado tiempo, podría hacer más películas y nadie le reprocharía la incoherencia.


Los tres entierros de Melquiades Estrada” empieza pareciéndose a “Quiero la cabeza de Alfredo García” para terminar pareciéndose a “Duelo en alta sierra”, casi nada. Pero es que no recuerda solo a Peckinpah, en el tratamiento de los personajes y en algunas escenas parece que el mismísimo John Ford hubiera estado dirigiendo la película, sobre todo en esa en la que el hombre mayor de la radio que les ofrece comida y cobijo les dice al despedirse: “ustedes parecen buenas personas, por favor, péguenme un tiro”, en un diálogo que parece escrito por John Steinbeck. En este caso es Guillermo Arriaga el que ha escrito el guión y el peso de la escena lo lleva el gran Levon Helm, actor correcto ocasional y músico ejemplar a tiempo completo, que supongo usó su experiencia de dos años recibiendo abucheos para dar vida al atormentado personaje. Porque fue uno de los músicos que acompañaron a Dylan en las giras en las que el público no comprendió que estaba ante una de las mejores bandas de la historia, y solo vieron que había dejado de sonar folkie para sonar contundentemente rock (lo se, yo tampoco lo entiendo).


Tommy Lee Jones demostró que era capaz de dirigir una gran película, desconozco si el discurso se había agotado, pero a mí me gustaría que volviera a intentarlo, porque como actor me parece uno de los más creíbles de su generación, dignificando incluso muchos de los mediocres proyectos en los que se ha involucrado. Protagonizó junto a Susan Sarandon una de las escenas con mejor lenguaje corporal que yo he visto en mi vida, ¡y de espaldas!

De todos modos hay que reconocer que hay por lo menos otros dos grandes actores que solo han dirigido una película y que en mi opinión son de las de llevarse a una isla desierta.